martes, 19 de febrero de 2013

El poder curativo de las rosas






Desde los tiempos remotos las rosas se han cultivado mereciendo la admiración de todos. La rosa es la flor mágica del amor, la belleza y la iniciación.
   
En todo tiempo se ha reconocido la belleza de esta flor y en ella se han inspirado los poetas. Se dice que el poder oculto de las rosas es tan extraordinario que los antiguos iniciados la consideraron sagrada, ya que encierra el arcano más grandioso de todas las plantas. 

Las rosa curan enfermedades físicas además del alma.

Las rosas tienen fuerzas curativas no sólo para las enfermedades psíquicas, sino que además también curan el alma. De hecho, el poder de las rosas actúa a la vez sobre el cuerpo físico, la mente y el campo magnético, tanto así la empleamos por vía interna como por vía externa. Ese mismo poder activa la fuente del amor, la juventud y la belleza que se encuentra en el chakra del corazón; en este importantísimo centro es en donde el corazón espiritual y físico se unen. 

Donde el corazón físico y el espiritual se unen.

Este centro motor (chakra), además de regir el corazón, la sangre y el sistema circulatorio, es el centro que custodia la fuente de la juventud y la longevidad, ya que energetiza la glándula timo, cuyas misteriosas hormonas activan todos los procesos regenerativos del organismo y en consecuencia el buen funcionamiento del sistema inmunológico y endocrino. Además también al ser el corazón el centro responsable del equilibrio emocional, su mal funcionamiento puede desequilibrar todo el organismo, pero también, a través de él, pueden equilibrarse el resto de los chakras. 

La activación y regulación de este centro energético por medio de las rosas, crea a nivel etérico-energético, un poderoso campo electromagnético que vivifica y protege física y psíquicamente todo el cuerpo. 




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